En la presente investigación se profundiza en la clasificación social de delitos en relación al estatus social, se parte de la idea de que existe una mayor estigmatización hacia  los llamados delitos comunes, que en delitos económicos. De acuerdo con Almarza (1991) un factor determinante en la reinserción es que se mantenga la dignidad humana. Mientras que  Craven (2006) sostiene que el castigo y el estigma social son dos factores que menoscaban la dignidad humana. El delito económico rompe con imágenes estereotipadas de la delincuencia, ya que se desarrolla sobre normas penales en blanco y trastoca el paradigma de la delincuencia, en tanto que sus autores no pertenecen en su mayoría a las clases marginadas. Lo antes expuesto provoca que se difumine la peligrosidad de la actuación, lo que a demás delimita el estudio académico sobre el tema, debido a  que son muy pocas las investigaciones que se han hecho sobre la presente problemática. Es decir que los autores de delitos de cuello blanco, tendrán una mayor probabilidad de reinserción que quienes sean juzgados por los llamados delitos comunes. Hilario Ramírez Villanueva, alcalde de San Blas México, declaró abiertamente que “robó poquito” tras esa declaración no solo siguió ocupando el puesto, sino que además se postuló como candidato a la gubernatura del estado de Nayarit. Sin embargo para el sujeto A un estudiante de la carrera de Derecho, se resigna ante la idea de que no podrá encontrar empleo en gobierno, por tener antecedentes penales, por posesión de un cigarrillo de cannabis. En la presente investigación se ha expuesto que la reinserción efectiva del recluso, estará determinada en gran medida por la disminución de su dignidad humana, la cual disminuye ante el estigma social y este es mayor en los delitos de fuero común, que en los delitos económicos.