Por definición, los pueblos y culturas de la Prehistoria desconocían la escritura, por lo que el estudio de sus ideas religiosas se caracteriza por no resultar accesible el conocimiento directo ni del pensamiento ni de la palabra prehistórica.Por lo tanto, ciertos restos materiales, sobre todo de carácter funerario, cultual, pictográfico e ideográfico, constituyen los principales elementos de estudio, a partir de los cuales es necesario inferir sus posibles significados y atribuciones.Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, el estudio de las ideas religiosas prehistóricas reviste una importancia excepcional, ya que no sólo supone abordar las primeras manifestaciones religiosas de los seres humanos en general, sino también el propio origen de lo religioso.La propuesta de esta comunicación es analizar estas primeras manifestaciones de experiencias de lo sagrado en la Prehistoria desde el marco metodológico de la psicología analítica, prestando especial atención a los procesos cognitivos relacionados con el origen y el desarrollo de la consciencia introspectiva.Es decir, tratar de mostrar qué procesos cognitivos pueden inferirse a partir de las primeras sepulturas y ritos funerarios, los posibles significados simbólicos de las pinturas y del arte parietal, o qué hizo posible la aparición generalizada de los megalitos, su relación con la agricultura y el paso de nomadismo a sedentarismo, los ritos agrarios y los cultos de fertilidad.La trascendencia de estos logros evolutivos no sólo reveló progresivamente a la consciencia arcaica las diversas modalidades de lo real, sino que estableció el sustrato de conceptos centrales de las grandes religiones que se desarrollaron ya en época histórica.