En la antigüedad, la figura del bibliotecario estaba consolidada como un puesto de prestigio internacional en el mundo clásico, sin embargo; con posterioridad, esta figura, durante algún tiempo ha venido sufrido desde el punto de vista social una importante falta de reconocimiento a diferencia de otros profesionales como médicos, arquitectos, abogados, economistas, etc. que, por el contrario, cuya profesión, si han gozado y goza de una gran consideración y prestigio social. En la actualidad, y tras la incursión de las Nuevas Tecnologías (NTI) en las bibliotecas, el perfil del bibliotecario ha visto incrementado su prestigio social gracias a nuevas tareas que se le han ido encomendando y que han ayudado a este profesional de cara a la sociedad a no encontrarse encasillado en las tareas propiamente técnicas como son: la catalogación, la clasificación y el préstamo. A pesar de que la figura ha ido adquiriendo en los últimos tiempos un mayor protagonismo en la sociedad, siguen pesando algunas cuestiones para llegar a conseguir el prestigio que esta figura profesional milenaria merece. El presente trabajo, analiza las dificultades relacionadas con el prestigio y el reconocimiento social a las que se enfrenta la figura del bibliotecario, a través del diseño de cuestionarios dirigidos a diferentes grupos sociales. Para ello, se hace un recorrido histórico desde los orígenes de la profesión. Se analizan los estudios de Biblioteconomía en España, así como la inserción laboral en estos profesionales. Se abordan los distintos estereotipos    surgidos en torno al bibliotecario y los prejuicios sociales que han dañado su prestigio social y su imagen. El bajo asociacionismo y el casi inexistente número de colegios profesionales o el marcado complejo de inferioridad del Bibliotecario, ha propiciado el desconocimiento de la figura que lucha por resurgir a través de la figura del Bibliotecario 3.0.https://youtu.be/uA_GI3shkHo