El proceso de enseñanza y aprendizaje debe estar constituido de realidad, contexto y significado. Enseñar y aprender, en la actualidad, dejan de tener un carácter fragmentado y pasan a relacionarse intrínsicamente con un proceso social y cultural. El ser humano está situado en cierto tiempo y espacio correlacionados con diferentes influencias que están todo el tiempo componiendo costumbres y actitudes dentro de la sociedad. Este contexto cultural es diverso y no permite que el aprendizaje se constituya por una única óptica, pues no sería capaz de alcanzar las situaciones reales vivenciadas por los alumnos. La tecnología es esencial para componer una comunidad de aprendizaje interactiva, dinámica y multicultural. Un portafolio digital, por ejemplo, es una herramienta de aprendizaje orientada a la educación que está en constante transformación y sufre una influencia directa de la globalización. La era digital es una realidad y la tecnología de la información una consecuencia que viabiliza una enseñanza de alcance global. Los portafolios digitales son estrategias que permiten a los alumnos construir sus propios aprendizajes y mostrarlos como una vitrina para romper otro paradigma dentro de la educación: la valorización, la interacción y la adaptación en el proceso de enseñanza. El objetivo de este artículo es reflejar el alcance y significado de los portafolios digitales como estrategia de un aprendizaje colaborativo dentro de la enseñanza de literatura. Autores como Jones, Díaz, Herman y Canclíni defienden estas metodologías interactivas en la construcción de un aprendizaje significativo.