Progreso tecnológico y sostenibilidad son dos conceptos ampliamente debatidos en el caso del cultivo de las PMGs (Plantas Modificadas Genéticamente). Este tema ha generado una gran controversia social, tanto dentro de los círculos expertos como dentro de los círculos no expertos, dando lugar a amplios debates en distintas instancias nacionales e internacionales. Defensores y detractores de esta nueva aplicación biotecnológica despliegan un sinfín de razones para dejar de manifiesto visiones contrapuestas de la senda tecnológica que debería guiar, a su juicio, el desarrollo agrario. Gran parte de las razones esgrimidas por los defensores de este tipo de biotecnología aplicada al agro están relacionadas fundamentalmente con su mayor productividad y sostenibilidad ambiental que permite mitigar el cambio climático. Del mismo modo, este tipo de cultivos se consideran imprescindibles para alimentar a una población creciente y potenciar las oportunidades para los agricultores pobres fundamentalmente en países no desarrollados. Después de veinticinco años del cultivo de PMGs correspondería preguntarse si estos objetivos se han conseguido y en qué grado. ¿Presentan este tipo de cultivos sostenibilidad ambiental, social y económica? Aun tratándose de un tema complejo y poco documentado desde un punto de vista técnico, a la par que muy analizado desde el punto de vista de la percepción social del público no experto, en este artículo intentaremos dilucidar algunos aspectos relativos a estas cuestiones.