Este trabajo pretende aportar respuestas teóricas al problema estructural que impide comprender la tarea del arte contemporáneo, de tal modo que seamos capaces de comprender de dónde surgió la estructura conceptual que sostiene el espíritu creativo en el que se funda el arte de nuestro tiempo y sus alcances efectivos en el medio social. En otras palabras, pretendo mostrar el fundamento teórico a partir del cual se desarrolla la producción artística de nuestra época, con el objetivo de poner al alcance de docentes, investigadores y público en general un puente de comprensión -desde la filosofía del arte- capaz de mostrar de manera clara y accesible la fuente de pensamiento de la cual se nutren artistas, curadores, e investigadores del arte. Todo lo anterior,  tiene como única  finalidad conocer de modo efectivo y crítico el fundamento teórico desde el cual se pueda explicar  la producción artística contemporánea, tema que, desde mi punto de vista es básico para poder explicar por qué razón después de la pos vanguardia el discurso acerca del arte ha tenido que lidiar con graves conflictos al interior de sus canales de comunicación, mismos que han llevado a un público -apenas cautivo- a preguntarse si el arte está aportando algo realmente importante acerca del mundo y más aún, si realmente hay alguien que realmente espere eso de él. Mi punto de partida es la idea hegeliana de la muerte del arte y las repercusiones que este planteamiento trajo consigo para la producción teórica y práctica de los años subsecuentes. Del mismo modo, propongo un análisis de ciertas  ideas niestzcheanas y neideggerianas como fundamento para todo pensamiento crítico que aspire a explicar  filosóficamente el conflicto  en el que se encuentra anquilosado hoy el arte contemporáneo.