En L’Eclisse (1962) de Michelangelo Antonioni asistimos a la ruptura de una pareja y al nacimiento de otra. Ambas serán relaciones fallidas, enmarcadas en un espacio que imposibilitará el deseo. La acción de L’Eclisse se desarrolla en La Esposizione Universale di Roma (originalmente llamado EUR42) y en la Bolsa de Roma. El primero, un amplio complejo, hoy una zona suburbana y centro de negocios, que estaba destinado a ser una exposición universal que celebrara los veinte años del Fascismo. Esto nunca tuvo lugar debido a la derrota Italiana en la Segunda Guerra Mundial, y por lo tanto, nos encontramos en un espacio diseñado para algo que nunca tuvo lugar, un escenario con un vacío humano devastador, un lugar inútil con edificios majestuosos que sirven de purgatorio para los personajes. El segundo escenario con el que Antonioni representa al individuo moderno es el símbolo del capitalismo por excelencia, la Bolsa de Roma, paradójicamente albergada en el Templo de Adriano. En este microcosmos de relaciones mercantilistas y de especulación nace la relación amorosa entre los protagonistas, la cual acabará siendo imposible. A través del análisis secuencial trabajaremos la hipótesis de L’eclisse como objeto artístico que retrata un estado mental de la sociedad en un tiempo concreto en la Historia contemporánea europea tomando como concepto central la enfermedad de Eros o la crisis de los sentimientos como reflejo y producto del devenir histórico a nivel macro social y reducido a la vida cotidiana e individual de los sujetos. Antonioni representa el estado del individuo moderno a través de su puesta en escena sirviéndose de arquitectura, paisajes urbanos, naturalezas muertas y personajes al servicio de una composición que no deja ningún detalle al azar.