Dentro de un contexto europeo el tratamiento del paisaje en la actual cultural visual, se construye en gran parte reproduciendo un nexo común: el legado del paisaje en la obra Joachim Patinir (1480/85/1524). Patinir fue el iniciador del género de la pintura del paisaje. Así por ejemplo el propio Durero se refiere a Patinir como “el buen pintor de paisajes”.  En esa misma época, encontramos a pintores como Allbrecht Altdorfer (1480-1538), o Giorgione (1477-1510) también especializados en el tratamiento pictórico del Paisaje. Lo que distingue a Patinir de Altdorfer, Giorgione y otros contemporáneos no es sólo el tono de su particular interpretación de la naturaleza, sino la repercusión de sus pinturas. Todos los cuadros de Patirnir comparten una fórmula compositiva muy similar: el paisaje ocupa un lugar claramente protagonista, aunque siempre existan figuras que forman parte de una historia religiosa. Aludimos a cuadros como Paisaje con la predicación de san Juan Bautista, Paisaje con el martirio de santa Catalina, o su serie de Paisajes con san Jerónimo. Además de la representación particular del Paisaje, Patinir también refleja una nueva interacción entre paisaje y sujeto, que permanece en nuestro imaginario colectivo actual, y que se refleja en la producción de ciertos videoartistas. En éstas últimas las figuras de santos han sido sustituidas por nuevas corporeidades que arrastran el misticismo y diálogo entre paisaje y cuerpo que Patinir reflejó hace siglos.  De ahí que nuestra comunicación tras sentar las bases de esa interacción entre Paisaje y sujeto que inicia Patinir, constataremos como su legado sigue vivo en las actuales producciones de videoartistas, éstas últimas como exponente de nuestra actual Cultura Visual.