Que el Arte es capaz de conmover es una cuestión innegable, ahora bien, ¿eso que sentimos ante una obra de Arte es una emoción?, y de ser así ¿existe una emoción estética o artística, que se produce en el espectador por las características formales de las obras de arte, más allá de las escenas que se representan? En el trabajo que presentamos, que forma parte de una investigación en curso acerca de la capacidad de la pintura abstracta de producir emociones en el espectador, pretendemos dar respuesta a estas preguntas haciendo uso de las definiciones de lo que son las emociones y las metodologías desarrolladas para su comprobación y medición que ha desarrollado la Psicología, aplicándolas al estudio del Arte desde una óptica multidisciplinar. Para cumplir el objetivo de nuestra investigación una de las primeras cuestiones a resolver es definir, de forma operativa, qué entendemos por “emoción estética”. Para ello hemos llevado a cabo una exhaustiva revisión teórica del concepto lo que nos ha llevado a la propuesta de definición que constituye el eje de nuestra presentación. Esta definición, adquiere su carácter operativo adoptando las teorías más aceptadas en el estudio de las emociones, la teoría de arousal y la teoría del appraisal, al estudio del Arte y sus especificidades formales y estéticas, de manera que nos permita determinar de forma empírica, si existe una emoción específica que denominamos estética o artística al estar elicitada por estímulos artísticos. Nuestra propuesta de definición de emoción estética, que presentamos en el poster, da lugar a un constructo, que puede medirse y calibrarse según las tres dimensiones que definen la emoción (valencia; arousal y dominancia) mediante una metodología especifica que se está desarrollando en la investigación en curso mediante una colaboración multidisciplanar entre historiadores del Arte y psicólogos.