Este trabajo explora el proceso del que surge un proyecto fotográfico, y parte de la experiencia estética, artística y docente con el medio. ¿Cuáles son los ámbitos fundamentales de una propuesta?, ¿Cómo se desarrollan esos ámbitos?, ¿Cómo se relacionan en la obra?, ¿Cómo se pueden enriquecer y concretar en nuestro trabajo?... Las últimas corrientes plantean el comienzo de todo proyecto con una fase de investigación que identifica el tema y lo define de manera operativa, teniendo en cuenta por supuesto una reflexión crítica y ética. Esta búsqueda inicial sobre las fuentes más significativas nos dará precisión sobre lo que queremos trabajar pero cierra nuestro planteamiento inicial al ámbito conceptual sin valorar otros aspectos fundamentales de cada particular forma de expresión. Un mismo tema puede ser tratado de múltiples formas, con infinitos tratamientos y técnicas y esto determinará las poéticas que transmitirán no solo el concepto sino nuestro sentido y sentir sobre el mismo. Toda obra artística de calidad compendia cuatro ámbitos fundamentales: vital, conceptual, formal y contextual; que deben dialogar por igual en ella. La profundidad con la que estos aspectos se relacionen en la obra determinará su entidad. ¿Qué nos mueve a nosotros al hacer esa obra?, ¿Qué inquietudes vitales nos surgen?, ¿Qué aspecto, forma y fondo… queremos que tenga nuestro trabajo?, ¿Cuáles son las mejores maneras de construirlo para trasmitir las sensaciones y emociones que queremos?, ¿Qué relación tiene con lo que pasa en el tiempo y el momento en el que vivo?, ¿Cómo puedo pensar con esta forma de expresión en ello?... Son preguntas que deben ir unidas a la definición conceptual y teórica sobre la que se quiere trabajar. El estudio del trabajo de otros artistas que nos conmueven nos servirá entonces para  identificar algunas respuestas válidas desde las que plantear nuestro propio proyecto.