El selfie se ha convertido en una expresión icónica de nuestros tiempos. Se trata de una práctica que ha llamado mucho la atención en los medios de comunicación y cada vez más en la literatura académica.  Para varios autores los selfies hablan de una práctica de conversación visual, mientras que para otros funciona como una autobiografía, o es visto como un modo de representación de sí mismo, pero ¿qué quiere el selfie? A partir de una investigación en curso que emplea una metodología con enfoque cualitativo y se realiza con estudiantes de nivel medio, se observa que el selfie para estos jóvenes busca ser un modo de compartir experiencias que produce sentimientos de pertenencia e identificación. El selfie para estos jóvenes constituye un recurso de producción de sí que se construye de manera compartida. El análisis sugiere que en esta construcción colectiva hay saberes que son inherentes a la estructura propuesta por el medio tecnológico, en especial, por las redes sociales. También se busca problematizar algunas de las afirmaciones y simplificaciones que se hacen respecto a la condición superficial o narcisista del selfie.