La plataforma HBO apuesta desde su formación por una nueva tipología de ficciones televisivas que marquen la diferencia a través de argumentos originales con gran desarrollo, actores de calidad, directores y creadores de etiqueta y la presencia de una crítica insaciable que no dejará de desafiar los tiempos modernos. La televisión de la actualidad, ofrecida por las plataformas en línea responde a un nuevo tipo de cinematografía emergente, el formato audiovisual de la televisión será cada vez más cinematográfico y su lenguaje llevará impresas todas aquellas características marcadas por la industria del cine. HBO va a plantearnos algunas propuestas que incluirán además la perspectiva de género y las temáticas feministas sin dejar de lado la creatividad como The Handmaids’s Tale (Bruce Miller, HBO: 2017- ), pero sin duda una de las propuestas más creativas y contemporáneas será la miniserie Big Little Lies (David E. Kelley, HBO: 2017- ). Esta ficción se convertirá en una de las grandes apuestas de la cadena presentando una estética imponente y una enorme capacidad crítica siendo además producto de la adaptación del Best Seller homónimo de Liane Moriarty. Su director, Jean-Marc Vallée, que posee un gran sentido de la estética contemporánea y destaca por la creatividad de sus propuestas como ya demostró en otros de sus filmes –Dallas Buyers Club (2013) o Wild (2014)- explotará las posibilidades que el audiovisual tiene con respecto a la literatura. Nos encontraremos con una ficción que da muchísima importancia a la imagen y al sonido, respetando la dimensión narrativa de la novela centrado en aumentar las aptitudes visuales y sonoras. La presente comunicación se basará en realizar un análisis sobre el uso de la creatividad en Big Little Lies con el objetivo de entender la mutación del lenguaje cinematográfico en los nuevos canales audiovisuales.