Entre las problemáticas con las que cuenta el programa de competencias ciudadanas de Colombia, destacan una conceptual y otra procedimental, ambas fundadas en intereses homogeneizadores del Estado neoliberal. La primera, escinde a los   estudiantes en sus facultades racional y emotiva, mientras la segunda implica una brecha entre la didáctica de las competencias y su correspondiente evaluación; a esto, se suma el desconocimiento de las características del grupo etario al que se dirige con preferencia el programa: los adolescentes, ya que se busca cooptar su sentido ciudadano en favor de su disposición como futuros trabajadores. Frente a ello, se propone un punto de equilibrio mediante el reconocimiento de formas de apropiación participativa, categoría propuesta por la autora Bárbara Rogoff (1997) o estructuras de experiencia respecto al sentido cívico que construyen los adolescentes desde su desarrollo social y cognitivo; enmarcadas en condiciones propias de su edad, acordes con un modelo curricular crítico y que coadyuvan a la construcción de su subjetividad en los planos emocional y político. El estudio, de tipo descriptivo, emplea técnicas de producción de datos cualitativos, complementadas con encuestas; el análisis de los datos recurre a los métodos hermenéutico dialéctico y socioformativo, ambos relacionados con la propuesta de la autora abordada. Con base en ello, el escenario a abordar es  la Institución Educativa José Asunción Silva de Medellín (Colombia), con los adolescentes de la Media Académica o dos últimos años de la formación previos a la consecución del título de bachiller; este establecimiento cuenta con una trayectoria destacada y reconocida en la consecución de un clima escolar y procesos de convivencia favorables al aprendizaje de la ciudadanía; pero, estos alcances no se corresponden con los resultados obtenidos en mediciones externas, y con una mayor proyección hacia la comunidad acorde con el liderazgo estudiantil que la caracteriza.