La formación por competencias y las exigencias del campo clínico nos desafían como académicos a generar nuevas formas de enseñanza aprendizaje, que permitan un aprendizaje significativo, con sentido y aplicabilidad, acorde a las teorías de aprendizaje de adultos. La atención nutricional es el pilar de la intervención nutricional y un aspecto clave para la formación de nutricionistas. Esta comprende diversas etapas como la anamnesis general y familiar, evaluación nutricional, establecer diagnostico alimentario, educación nutricional, lograr metas consensuadas  y  entrega de material educativo de apoyo a las indicaciones. En una atención real, todo esto se realiza en un tiempo acotado, por lo que los estudiantes requieren de entrenamiento. En cada consulta, enfrentamos la complejidad de lograr el cambio de hábitos en nuestros usuarios y la adherencia a los tratamientos nutricionales. Para esto, integramos teorías como las etapas de cambio de Prochaska y el modelo PRECEDE, lo que nos supone una complejidad adicional en la formación. Es por esto, que desde el año 2017, en la asignatura de taller de alimentación saludable se ha implementado simulación clínica en sala espejo, con grabación y debriefing posterior como evaluación formativa y finalmente sumativa. El resultado de aprendizaje es: aplica principios de comunicación y herramientas de la consejería en vida sana y coaching nutricional para la atención de usuarios y familias, considerando el enfoque del modelo integral de salud, con la finalidad de comunicar efectivamente directrices nutricionales y lograr adherencia al tratamiento nutricional. El año 2019, los estudiantes inscritos en el curso fueron 18. Se aplicó la encuesta de calidad y  satisfacción de simulación clínica (Durá Ros, validada al español por Astudillo, 2017), la que se adaptó para la asistencia nutricional. Se aplico consentimiento informado previo a la aplicación de la encuesta. La muestra final fue de 16 estudiantes. Resultados en proceso.