El proceso de globalización impacta los ámbitos económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial, y evidencia las necesidades de naciones y pueblos cuyo crecimiento económico se encuentran en desmedro frente a los estándares mundiales. América Latina es una de las Regiones afectadas por esta desigualdad económica y social, con altos índices de exclusión laboral. En este escenario, la necesidad de mejorar la cohesión social y acelerar el crecimiento de la productividad sitúa el desarrollo de capital humano como una acción urgente. La Educación Para la Vida es una alternativa efectiva que permite superar la brecha de inequidad educativa y la exclusión laboral regional. En este sentido, la construcción de trayectorias formativas con un continuo educativo, al cual se accede reconociendo competencias, sean estas formales, no formales o informales, permite que los sistemas formativos tengan un sentido de movilidad. La Universidad Católica de Temuco, Chile, desarrolla el Aprendizaje a lo largo de la vida en un marco de equidad, eje que declara que “La educación a lo largo de la vida busca ampliar las oportunidades de aprendizaje para los adultos, favoreciendo la formación y mejoramiento permanente no sólo de la persona sino de la sociedad en su conjunto” (Modelo Educativo UCT, 2009, p. 40) desarrollado a través del Reconocimiento de Aprendizajes Previos (RAP), el que promueve la igualdad de valor de los resultados del aprendizaje formal, no formal e informal adquirido como competencia; flexibiliza las trayectorias de aprendizaje en educación superior; articula una oferta de formación y aprendizaje permanente a lo largo de la vida; y contribuye a la incorporación de trabajadores cualificados al sector productivo. Esta ponencia presenta el diseño del RAP y sus mecanismos, los perfiles de ingreso y las etapas del sistema, desde la postulación del candidato hasta su acompañamiento en el proceso formativo.