La sociedad actual nos exige desarrollar la capacidad de adaptación a nuevos desafíos en un mundo globalizado. La integración de las personas con discapacidad intelectual es uno de los retos a los que nos enfrentamos y a veces no recibe la atención ni los apoyos necesarios. En este estudio de caso nos centramos en el análisis de la autopercepción del indicador inclusión social como parte del constructo calidad de vida de un grupo de 38 mujeres con discapacidad intelectual que viven en la residencia y centro ocupacional La Asociación de Padres Las Jaras en la Comunidad Autónoma de Madrid (España). Para la recogida de datos hemos combinado diferentes instrumentos como cuestionarios, evaluaciones y entrevistas, además de haber analizado la consecución de objetivos propuestos para cada una de las usuarias en su Programa Individual de Atención (PIA). Los resultados muestran que la autopercepción de las usuarias sobre su inclusión social es buena y el 92% se sienten satisfechas con los apoyos que reciben. No obstante, es reseñable que algo más del 50% de ellas manifiesta insatisfacción en relación con “la imagen que tienen los demás sobre ellas”. También se ha podido comprobar que solo el 18,4% del grupo cumple los objetivos propuestos en los talleres ocupacionales. En definitiva, se concluye que las innovaciones que el centro ha incluido dentro de su metodología de trabajo son esenciales, pero es necesaria una revisión de la programación e incluir en ella los apoyos necesarios para mejorar las carencias detectadas –tal y como muestran sus respuestas en la escala de evaluación– para dar mejor respuesta a las necesidades personales de las usuarias. Además, la mejora de la autopercepción de la inclusión social de cada usuaria influirá en el grado del cumplimiento de los objetivos y en una mayor autopercepción de su calidad de vida.