La historiografía surgida en los siglos XIX y XX ha influido notablemente sobre los historiadores actuales, sobre todo la desarrollada en la escuela francesa de los Annales. En ella se creó un novedoso paradigma histórico que permitía descubrir cómo funcionaba una colectividad global en sus múltiples dimensiones temporales, espaciales, humanas, sociales, económicas, culturales, y episódicas. Durante las primeras décadas del siglo XX, el panorama historiográfico estuvo dominado por la escuela positivista, pero, en 1929 se comenzó a gestar una profunda revolución de los estudios históricos. La ciencia humana unificadora de ese tiempo había nacido por la angustia y la miseria de los tiempos; en una atmosfera dolorosa tras la Gran Guerra. La nueva visión histórica provino de la conexión entre: la escuela de los Annales; la asimilación de la teoría marxista del materialismo histórico y su concepto de interdependencia de los fenómenos sociales; y la aparición de una historia cuantitativa que integraba todo tipo de aspectos. Y así, se daba pie al surgimiento del concepto de «Historia Total», la cual cambió los estudios históricos del resto del siglo XX. La figura de Georges Duby se asocia con el surgimiento de la novedosa «Historia de las Mentalidades». En ella se consideran, desde nuevas perspectivas de análisis, las fuentes tradicionales de la historia. Y, al mismo tiempo, se intenta profundizar en el estudio de otras fuentes de interés como: la hagiografía, los monumentos artísticos, los textos literarios, las formas de educación, los códigos jurídicos, y, en conjunto, de todo lo que pueda contribuir a recomponer el universo social, intelectual y moral en el que se desenvuelven las sociedades en un determinado tiempo y lugar.