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En el caso de Barranco, sobre todo por lo específico del trazado del Metropolitano, (sistema de transporte público masivo), se pudo observar por primera vez una suerte de alianza entre todos los niveles socioeconómicos, lo cual apunta a un “momento histórico” en un contexto de segmentación socioeconómica tan fuerte como el que se observa en la situación de la capital del Perú. El caso forma parte de una investigación que se realizó durante los últimos diez años, centrándose en casos de índole diferente de la “protesta social” en los distritos tradicionales de la urbe.  El objetivo principal era realizar un análisis global del marco legal peruano y de la relación entre los diferentes niveles de actuación de los grupos de movimientos sociales. En relación se intentaba proponer mecanismos para ampliar este espectro de tool kit en la participación ciudadana limeña y proponer ideas para fortalezer este marco legal y el proceso de gestión del espacio público, que resulta ser factor integrador de las necesidades y deseos de los habitantes de la ciudad. En esta intervención sobre el movimiento social de Barranco se intenta mostrar  cómo influye la dinámica política y económica particular del distrito pone barreras, hasta frena totalmente la articulación participativa. En otras palabras la intención es mostrar las condiciones marcos que lleva la participación de decisión sobre el diseño del espacio vital por parte de los ciudadanos a sus límites de interacción.