Actualmente los excesivos y violentos procesos productivos del sector extractivista han generado un aumento desmedido de conflictos sociales derivados de la disputa por el territorio y los bienes naturales. Generando despojos múltiples y cada vez más rapaces, a través de ofensivas violentas que surten efectos en distintas escalas, puesto que no se ciernen únicamente a cuestiones materiales. Estos agravios perpetrados por el modo de producción para fines privados a costa de los marginados del mundo, tienen implicaciones de diversa índole. Evidentemente este despojo no sólo se remite a bienes naturales, sino también a la negación de derechos, a la exclusión social, económica y política y en general a la precarización de las condiciones de vida de millones de habitantes del planeta. En este contexto el presente trabajo intenta exponer el debate sobre las propuestas para la creación de nuevas estructuras normativas más incluyentes, plurales y equitativas a partir de las experiencias devenidas de las resistencias populares. Y precisamente es esa la esencia que constituye a este campo de acción como una prometedora herramienta trasformadora del derecho en pro de los más vulnerables y amplios sectores de la población.