La investigación evidencia la disparidad salarial entre mujeres y hombres frente a tres grupos de población: blanco nativa no hispánica, afroamericana e inmigrante sudamericana que residen en Estados Unidos, para el año 2019, a partir de una estimación de variables de acuerdo a la metodología que Oaxaca (1973) emplea para estudiar la discriminación salarial. El estudio concluye que las mujeres de los tres grupos poblacionales mencionados anteriormente reciben menores salarios comparados con los hombres de su mismo grupo poblacional, y esta diferencia es explicada en mayor porcentaje por la discriminación ejercida por el mercado laboral. Algunas variables como el ocuparse en tipos de trabajo como en ventas y trabajos de oficina y en el sector servicios, aumentan en mayor magnitud esta brecha salarial.