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A la hora de explicar cómo nació el conflicto entre israelíes y palestinos, es necesario mencionar que tanto la idea de un Pueblo judío como la de un Pueblo palestino son una construcción cultural e identitaria, la cual si bien no posee un origen, una validez y un fundamento incuestionable, deviene de la necesidad de todas las comunidades humanas de afrontar las condiciones precarias de la realidad, por medio de la creación de construcciones discursivas, ideológicas e institucionales que se oponen al caos.  En este sentido, más allá de querer encontrar la verdad histórica alrededor de quién es el verdadero dueño del territorio palestino, esta ponencia se centrará en explicar la relación entre cultura, identidad y territorio a la hora de analizar de qué manera se erigió una identidad nacional a partir de una creencia religiosa como es el judaísmo, iniciando así una carrera por convertir Palestina en patrimonio nacional del pueblo judío. En consecuencia, se expondrá como la cultura le permitió al sionismo estructurar la capacidad de los individuos para identificarse como parte de un grupo, generar lasos de lealtad, establecer los límites con el otro, valorizar y apropiarse de un territorio, construir símbolos compartidos, entre otros elementos esenciales para instaurar una identidad que en este caso sería nacional, en pos de crear un Estado judío en Medio Oriente tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.