Es bien conocido que, para el hombre de la Antigua Grecia, es el mito quien ilustra su historia, quien lo esboza y construye en esencia, relacionando los relatos heroicos con su existir, con su modo de vivencia en el cosmos. En el presente texto, no consideramos que esta afirmación deba limitarse solo a los hombres antiguos, pues reconocemos que el mito como símbolo de la cultura, como símbolo expuesto a la interpretación y sus múltiples contextos, nos da que pensar, enunciar y develar una realidad que aparentemente solo se aborda desde la unidimensionalidad. Por tal motivo, abordaremos la tragedia de Antígona, escrita por Sófocles, como eje principal para el acercamiento, interpretación y presentación del conflicto colombiano desde un marco no institucional ni cuantitativo; con lo anterior, no solo enaltecemos la tragedia desde el plano teatral, sino desde su dimensión simbólica y estructural, pues su narrativa nos permite analizar, corregir e incluso vislumbrar, la finalidad de los conflictos actuales entre el poder estatal y el social. Para lo anterior, tendremos tres momentos claves: a) Expondremos los principales ejes y motivos del conflicto armado colombiano; b) realizaremos una breve contextualización de la tragedia y su particular vigencia en el contexto colombiano; una disputa que desde la institucionalidad solo explica y no intenta comprender el telón de fondo de más de cincuenta años de violencia; c) por último, evidenciaremos la importancia del mito como elemento que demuestra su vigencia, permitiendo analizar diferentes contextos; pues el mito como elemento simbólico,  no solo permite una lectura social, sino que además, debe ser considerado como un nuevo método en la investigación social.