El Tezhuan, “lengua antigua”, denominada así por los Kogui (habitantes del territorio sagrado de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia), ha estado resguardada durante siglos. Su uso se enmarca dentro de lo ritual-ceremonial; a diferencia del Koguian, lengua de uso común entre los Kogui. El Tezhuan se mantiene a través del traspaso generacional, es oral y ágrafa, hablada únicamente por los Mamos (guías espirituales), quienes son los encargados de mantener el equilibrio y la armonía con los elementos naturales; la respuesta a ella se recibe por manifestaciones como: truenos, vientos o sonidos de animales. Se estima que el número de hablantes es menor a 30, y en su mayoría superan los 60 años de edad. El Tezhuan se encuentra en una situación crítica para su supervivencia con un alto riesgo de extinción.  Por medio de él, y la continuidad en su práctica, se reafirma la pertenencia cultural, ya que, la lengua es la conservación de una memoria colectiva. Su extinción implicaría una desconexión cultural afectando formas de conocimiento, estructuras cosmogónicas y prácticas de equilibrio medioambientales. Esta situación se torna compleja al considerar que, por ejemplo, para algunos Mamos el Tezhuan debería ser olvidado al haberse contaminado con elementos provenientes de los hermanos menores (los blancos), razón por la cual no estaría cumpliendo con la labor mediadora entre los humanos y los espíritus de la naturaleza. En este sentido, esta ponencia se interesa por narrar y analizar los avances del proceso de investigación realizado junto a la comunidad Kogui para generar un panorama real del Tezhuan dentro de la comunidad y por resaltar la urgencia y necesidad en el registro y documentación de las lenguas ancestrales para el fortalecimiento de la identidad, así como para entender el contexto en el que estos procesos de desenvuelven.