Durante las últimas dos décadas del siglo XX, varios filósofos de renombre muestran cierto interés por la investigación de las sabidurías del periodo helenístico. De hecho, algunos muestran un especial interés por una escuela que parecía haber quedado en el olvido, arrinconada en algún lugar de nuestra tradición filosófica: me refiero a la históricamente infravalorada escuela cínica. Lo más curioso de estas nuevas lecturas de la escuela cínica es que no solamente quieren profundizar en el conocimiento de esta escuela antigua, pues también parecen defender una reivindicación contemporánea del cinismo para el pensamiento del presente, exaltando ciertos valores del cinismo que también podrían ser de utilidad para el filósofo actual. En esta exposición voy a tratar de defender la hipótesis de que, esta reivindicación del cinismo que se produce a finales del siglo XX, no es un hecho meramente casual, sino que existen ciertos factores culturales y filosóficos en ese contexto que favorecen su recuperación. Para ello recurriré a tres autores que, sin una conexión directa, en el plazo de pocos años exponen trabajos en los que muestran esa relectura personal y reivindicativa del pensamiento cínico para la actualidad. Estos autores son Peter Sloterdijk, Michel Foucault y Michel Onfray. Podrían incluirse algunos más, pero limitaremos nuestro análisis solo a ellos por ser tres filósofos sobradamente reconocidos en el panorama filosófico contemporáneo que presentan obras exclusivamente dedicadas a sus investigaciones sobre el cinismo. Analizaremos las aportaciones de estos tres autores para, en primer lugar, reflexionar sobre qué condiciones han propiciado ese acercamiento cultural y filosófico a esta escuela tras más de dos milenios. Y, en segundo lugar, trataremos de indagar sobre cuáles son esos valores que reivindican de la sabiduría cínica para el pensamiento contemporáneo, tratando de responder a la pregunta que da título a esta ponencia.