El presente artículo tiene como objetivo discutir las principales problemáticas alrededor de la producción de imágenes, y sus regímenes de percepción - y por tanto de sentido -  a través de la obra del cineasta Harun Farocki, quien a lo largo de toda su carrera se cuestionó cómo, por qué y de qué manera las imágenes y su evolución técnica participan activamente en la destrucción del hombre. Tal y como afirma Régis Debray, “las culturas de la mirada (…) no son independientes de las revoluciones técnicas que vienen a modificar en cada época el formato, los materiales, la cantidad de imágenes de que en una sociedad se debe hacer cargo”. En este sentido, analizaremos las formas y contenidos utilizados en la obra fílmica del director, mediante los que hace patente esta violencia que comportan las diferentes formas de significación y visualización de las imágenes, al mismo tiempo que se ocultan los procesos de producción que en ellas subyace.