El nivel de reutilización de datos, diez años después del lanzamiento de la plataforma de transparencia y gobierno abierto del Gobierno Vasco (Irekia), era bajo cuando la pandemia de la Covid-19 sacudió el planeta. De pronto, gráficas e infografías –muchas de ellas basadas en datos abiertos– se convirtieron en lengua franca, facilitando a las personas tomar decisiones en base a la información disponible y accesible. Durante el confinamiento, el lema más utilizado fue “frena la curva”, idea que se retroalimentaba con la visualización de datos que ofrecían tanto instituciones públicas, como organizaciones privadas y personas de a pie. A través de la observación participativa; entrevistas con personas expertas en gobernanza, participación y datos abiertos (N=15); el caso de los datos relativos a la pandemia y el análisis de proyectos basados en datos abiertos en Euskadi (N=48), advertimos que la ciudadanía ya no solo quiere y exige datos abiertos, sino que también demanda datos transformadores. Es decir, datos con los atributos suficientes para ser útiles. Esto incluye la integración de la alfabetización de datos, la participación ciudadana y la formación de grupos de trabajo interdisciplinares con personas de dentro y de fuera de la administración pública. Así, el artículo propone una definición del concepto de datos transformadores.